"Empecé con Primerica siendo madre soltera, tenía un trabajo a tiempo completo y construía mi negocio por las noches. En ocasiones me sentía frustrada y cansada, pero estaba decidida ganar. Para colmo, tampoco tenía automóvil, así que tenía que tomar el autobús para llegar a mis citas. Los tiempos eran difíciles y a veces no podía evitar las lágrimas cuando iba camino a las citas. Pero, secaba mis lágrimas, ingresaba a la casa y hacía una excelente presentación frente a la mesa de la cocina y luego regresaba a casa con un cheque en mi mano. Lo que me ayudó en esos difíciles momentos fue creer que sí podía cambiar mi vida".
"He crecido mucho desde que me uní a Primerica. Solía ganar $18,000 en mi T-R-A-B-A-J-O. Ahora, mi hija va a las mejores escuelas porque en Primerica aprendí a cómo obtener un ingreso mayor al que podría haber soñado. Gracias a mí, mis padres están jubilados y viven una vida libre de estrés. Me encanta la persona en la que me convertí desde que me uní a Primerica".