“Mi esposo, Kenneth, y yo nos unimos con entusiasmo a Primerica hace ocho años y obtuvimos la licencia juntos. Antes de Primerica, Kenneth trabajaba por turnos en una planta y yo era una transcripcionista médica. No teníamos libertad ni flexibilidad para criar a nuestros hijos. Comencé a tiempo parcial y dije que si podía reemplazar mis ingresos en el hospital dejaría mi empleo. ¡Logré esa meta 12 meses después! Kenneth se dedicó a tiempo completo dos años después de unirse al negocio”.
“Es la alegría de mi corazón que mis dos hijos crezcan en una compañía donde puedan estar orgullosos de sus padres y quizás administrar el negocio un día! La clave de nuestro éxito fue un fuerte deseo y determinación de ganar, junto con un compromiso por luchar por una vida llena de opciones”.